Enseñanzas de un niño - Ángel Sanz Goena

Buenas noche familia, 

Os regalo el arte de un poeta  nacido en Zaragoza, Ángel Sanz Goena, que fue mi ángel de las ondas el pasado 10 de septiembre en Caminos Inexplorados de Radio Zaragoza.

Nos cuenta él mismo lo siguiente:

Inició su proceso literario en 1986. Comencé a través de unos libros de reflexiones (citas), de temas filosóficos, humanísticos, éticos, místicos, que vieron la luz el 6 de Abril de 1998 en la presentación que hice de los tres primeros en la Biblioteca de Aragón de Zaragoza: "Horizontes Alados", "Nubes Pasajeras" y "Voces Peregrinas".

El cuarto libro, de poemas líricos, "Senderos Libres", salió al mercado en Septiembre de 1999.
El quinto libro, de reflexiones muy próximas a la existencia universal y al comportamiento del hombre en la sociedad actual, nació, al lado de una exposición de acuarelas de mi esposa Carmen, el 27 de Septiembre del año 2000, presentado, asimismo, en la Bibilioteca de Aragón de Zaragoza.
Y el último, "Ráfagas de Luz sobre un poeta", basado, también, de poemas líricos. Universal, con tendencias místicas; humanístico, con inclinaciones humanas, cercanas y familiares; existencial, con penetraciones en la conducta y proceso del hombre, por la visión sobre la amistad, el amor, y la perforación en el mundo sagrado del ser humano, se presentó, igualmente, en la Biblioteca de Aragón de Zaragoza el 21 de Marzo de 2003.
Este último ejemplar, diseñado con auténtica armonía, está ilustrado con 13 acuarelas de mi esposa, dando un color en el lenguaje y poesía en la pintura.

Aquí os dejo su arte, para que lo conozcáis. Ya es uno de mis ángeles. Suerte familia.

Enseñanzas de un niño

¿Sabes, hijo, que toda tu fuerza,

amor y conocimiento,

llegan a mi corazón con tu energía,

sensibilidad y sentimiento?

¿Sabes, hijo, que mi corazón te siente

y ve como caminas por mi sendero,

haciendo  que sienta mi alma sonriente

y mi corazón aventurero?

¿Sabes, hijo, que hasta tu caminas por delante

y vas enseñándome el camino

cuando yo siempre he sentido que antes

era yo quien conducía tu destino?

¿Sabes, hijo, que  tú has venido como maestro

y yo,  tu padre, instructor y soñador,

siente la sabiduría de tu fuero interno

y el manantial de tu eterno amor?

¿Sabes, hijo, que por donde tu caminas

es por el mundo mágico de los sueños,

y allá en la fuente de tu eterna esencia

vivo en un eterno ensueño?

¿Sabes, hijo, que una resplandeciente aurora

y un bello y silencioso atardecer,

son como la belleza que tu alma adorna

a la esencia de un niño de profundo bien?

¿Sabes, hijo, que cuando elegiste tu camino

y sentiste el amor en tu padre,

supiste que la esencia del amor divino

había adornado el alma de tu madre?

¿Y sabes, hijo, que cuando termine mi vida

y haya acabado mi misión terrenal,

continuarás con las enseñanzas recibidas

de un padre en su viaje espiritual?

 Sé, hijo mío,

que naciste de nuestro amor profundo,

que cuando elegiste venir a este mundo

como el mar con amor recibe al río,

sabías que en el paso por este planeta moribundo

necesitarías mucha fuerza y brío,

para superar el vulgar olor nauseabundo

y participar en el avance de un mundo más vivo.

Tú me has enseñado a sentir en la vida:

el niño que con su inocencia siente

vivir  en las enseñanzas recibidas

por el Eterno Amor Viviente.

¡Cuánto estoy aprendiendo de ti!

La dulzura que en tu reino vive

llega tan profundo a mí,

que todo lo que mi corazón recibe

es tan bueno, delicioso, sutil,

que mi ser se ennoblece y te agradece

toda la grandeza que le ha llegado de ti.

Deseo que sigas tu fiel camino

y en él siempre te encuentres

con tu ser terrenal y divino

y con el amor de la madre que te sacó de su vientre.