Los blancos claveles de Dios de Rosa Maria Vargas para leer
Los blancos claveles
de Dios
Dos de Marzo, dieciocho horas.
Hoy vestí mi corazón
del color del clavel blanco
con tallo verde esmeralda, para
deciros: Os amo.
La tan deseada paz que ya somos
teñirá por entero el teatro
y entre bellos pensamientos girasoles
y cantos de colibríes
bailaremos como Dios: tu paz es mi baile, hermano.
Nuestros sentidos despertarán
con la fuerza del amor
y como suave llovizna
cuerpo y alma danzarán
y ya seremos por siempre: libertad, vida, camino y paz.
Seremos llave de luz
para abrir la puerta celestial
y de la fuente perfecta
dulces gotas de rocío emanarán
para embriagarnos de amor: tu amor es mi canto, hermano.
Intuyo que, para vivir como Dios
solo hace falta escuchar
el latir del corazón
de esta tierna humanidad
sentir como Dios nos siente
para la gloria alcanzar.
Dios te agradece tu vida
Dios te agradece tu don
Dios se sienta a tu mesa
pues solo Dios es amor.
En mi camino certero
y desde el Norte hasta el Sur
todo mi amor verdadero
de la mano del Amado
en Amada transformada
como un manto extiendo hoy.
Intuyo qué, esta tarde se
plantearan preguntas
y también su eterna solución
y a ver si lo queremos oír
nos dijo San Juan de la Cruz
Olvido
de lo creado
memoria
del creador
atención
al interior
y
estarse amando al Amado.
Y hoy Emilio nos pregunta
porque él es preguntado
a ver si nos cala hasta el alma
el por qué no vivimos como Dios.
Si Dios ya nos invitó a su mesa
Si Él ya todo nos lo dio
agradezcamos la vida
y agradezcamos el don
caminemos libres y unidos
caminando el camino de Dios.
Y en esta tarde serena
honraremos a nuestro niño
y a nuestro Dios interior
y plantaremos en éste nuestro
jardín florido
los blancos claveles de Dios.
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